sábado, 12 de julio de 2008

Codigos


Los invitados miraban, escuchaban, se admiraban, aplaudian y a rabiar festejaban la voz del artista.
La mirada de la cámara lo seguia indefectible, incansable, sin vibrar la lente mientras el cuerpo temblaba con la musica que giraba por la sala, armoniosa, viva, de esplendor en mar.
Sabía que llegaría el guiño, siempre hay códigos que tembién deambulan por una misma sála, nadie lo sabe, ni lo comprendería.

No hay comentarios: